Paseo con la btt, 40 kilómetros para las alforjas...

Hace un par de semanas socios y amigos de Salandar estuvimos dando un agradable paseo con las btt, o bicicletas todo terreno. Vegas, Carlitos, Pepe Tiedra, Juli y un servidor... Lo pasamos bien por el monte, además hicimos una parada técnica en el Cielito Lindo de Mancera y otra en el Bar Peñaranda... Si se descuidan, nos hacemos fuertes en la barra de uno u otro y no nos quitan de allí ni con agua caliente... ¡Qué malo es llegar cuando están sacando los pinchos...!


El domingo pasado se repitió la jugada, pero además se sumaron al carro Chuchi Porras y Eutiquio, ¡vamos!
Y este jueves, aprovechando la festividad que nos regala el calendario, sacamos las burras mecánicas a pasear: Para nosotros, ¡es tiempo de BTT!
Mañana fresca, incluso fría a primera hora (había una helada preciosa por el campo), en la que la niebla se encarga de darnos los buenos días cuando sacamos la btt de la cochera. ¡Hoy la cosa promete!
Y es que esto de la btt es un deporte, eso lo sabemos todos lo que lo practicamos. Y es lo que también saben los que no lo practican y que ven imágenes de btt en prensa o internet... Lo que tal vez no saben es que esto de la btt, y por lo general las actividades en la Naturaleza, no es sólo un deporte, sino que tiene un fondo social, intelectual y casi filosófico profundo, que va mas allá de realizar una actividad deportiva o de esparcimiento. Pero bueno, esa es otra historia...


El caso es que hoy nos hemos juntado cinco jinetes (Jose Coco, Alberto, José Enrique, Carlos Elías y yo) y nos hemos dado un paseo por nuestra zona, tocando un poco de monte, ¡que es lo que nos gusta!
Aquí podéis ver el recorrido, gracias al track que tomó Carlos Elías y a la gentileza de Wikiloc.


Nos encontramos por Duruelo con los compañeros de Peñaranda, ¡se habían juntado un buen grupete! Siempre es agradable encontrarse por esos caminos con gente conocida, incluso desconocida...
Disfrutamos con algunas subidas y bajadas por el monte, el cruzar un par de riachuelos (el agua ya viene fresquita) y con la parada técnica en el Bar Peñaranda, donde ya no se sorprenden de nuestra llegada (no sé si este hecho es bueno, o malo...)
¡Qué buenos ratos!

Por cierto, no sé si os habéis fijado, pero ninguno de estos días ha venido el tío Manjón... Habrá que darle una colleja...

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